La Guía FinTech Perú 2020/2021 refleja la situación del mercado de servicios financieros digitales a nivel regional, las tendencias, así como los habilitadores legales y regulatorios del ecosistema FinTech.
La pandemia de COVID-19 ha cambiado nuestras vidas y ha acelerado la transformación digital en prácticamente todas las actividades económicas alrededor del mundo. Lo que antes era visto como una herramienta más para mejorar la experiencia del usuario, hoy se ha convertido en una necesidad vital: tener servicios 100% digitales para evitar los contagios y mejorar la calidad de vida de las personas.
La transformación digital en los servicios financieros no es la excepción. Hoy estamos frente al inicio de un verdadero cambio disruptivo, protagonizado no solo por los nuevos y variados actores sino por los actores financieros tradicionales que han potenciado sus activos digitales o se han incorporado a esta ola con mucho entusiasmo.
Hoy vemos diferentes iniciativas digitales en la industria FinTech en Latinoamérica. Resaltamos el auge del dinero electrónico o billeteras digitales en Argentina, Brasil, Colombia y México, modelos que han generado mayor inclusión financiera y se han convertido en una buena alternativa para facilitar las transacciones de las personas.
Ejemplo de ello son las billeteras de Mercado Pago, con más de 11 millones de usuarios y Ualá en Argentina, con más de 2 millones de tarjetas prepagadas Mastercard emitidas.
La industria FinTech en la región
Definitivamente, la pandemia ha acelerado los avances en materia de FinTech en los diferentes países de la región. Si lo vemos en términos de inversión, en América Latina se ha alcanzado la cifra histórica de USD 8,000 mil millones según Korefusion.
El área con mayor inversión es Pagos con USD 4,020 M, seguido por préstamos USD 1,950 millones y Bancos digitales USD 1,880 millones.
Si lo vemos por país, de acuerdo con el Global Fintech Index City 2020, Brasil, Colombia Y México son las tres naciones líderes de la región en número de FinTech consolidadas, en fase de maduración o listas para escalar sus operaciones.
Resulta crucial la armonización de las diferentes regulaciones en la región y la posibilidad de que las FinTech puedan llevar a cabo sus negocios en diferentes países sin tener que incurrir en doble carga regulatoria. Las reglas para este tipo de compañías tienen que apuntar a ser comunes porque estos son modelos de negocios globales. Aunque en algunos países como Brasil y México se han logrado leyes que regulen la materia, hace falta fortalecer el marco jurídico para garantizar no solo la correcta operación del mercado sino la competencia leal entre empresas y el verdadero beneficio a los usuarios.