En los primeros cinco meses del 2021, las entidades entregaron cerca de $ 44 billones.
En los primeros cinco meses del presente año, los establecimientos de crédito del país aprobaron y desembolsaron, en promedio, 828 préstamos de consumo por hora, esto corresponde a unos 19.873 por día en ese periodo transcurrido del 2021.
Esa cifra supera en 32,2 por ciento los datos registrados en el mismo periodo del 2020, cuando el país estaba en lo más agudo de la pandemia, pero al mercado del crédito aún no se habían trasladado del todo los efectos derivados de la crisis desatada por el coronavirus.
Los datos hacen parte de las estadísticas de la Superintendencia Financiera que indican que entre enero y mayo pasado, solo a través de las distintas líneas de consumo, los colombianos obtuvieron recursos del orden de los 44 billones de pesos, 14,4 billones más que lo desembolsado en los primeros cinco meses del 2020.
El más reciente informe del sistema financiero de la Superfinanciera destaca que, en materia de consumo, dos líneas de crédito son las que están jalonando esta cartera: las libranzas y los préstamos para adquirir vehículo.
Estas dos líneas, precisa el informe, aportaron 3,1 puntos porcentuales a la dinámica del crédito de consumo en los últimos 12 meses, mientras que las tarjetas de crédito y los préstamos rotativos contribuyeron a la baja.
Solo por vía de las libranzas, que son los créditos que otorgan las entidades y cuyo pago mensual se debita directamente del salario del trabajador, la banca ha desembolsado cerca de 20 billones de pesos entre enero y mayo, 71,1 por ciento más que el registro que se tiene del mismo periodo del año pasado.
Los establecimientos financieros que atienden el mercado de las libranzas desembolsaron en promedio cerca de 2.977 de estos préstamos por día en esos primeros meses del 2021.
Esta modalidad crediticia ha cobrado gran fuerza en los últimos años, entre otras razones, debido a sus características, pues está dirigida a trabajadores formales a quienes el pago mensual se les descuenta de su salario, lo que hace que los niveles de morosidad de esta cartera sean de los más bajos del sistema.
El indicador de mora de esta modalidad de crédito al cierre de mayo pasado se situó en 2,4 por ciento, 3,36 puntos porcentuales por debajo del índice de todo el segmento de consumo, el cual fue de 5,76 por ciento, según el ente de vigilancia y control.
“Este es un crédito que les permite a las personas alcanzar cualquier meta profesional o personal por ser de libre inversión. Por ello, es muy atractivo para empleados y pensionados, además, cuenta con un proceso de aprobación digital y ágil que ahorra tiempo y evita desplazamientos, así como una serie de beneficios para dar mayor flexibilidad a la hora de pagar las cuotas”, señala Luis Fernando Gómez Falla, vicepresidente de la Banca de Personas y Pyme del Banco Popular.
Esta entidad desembolsó más de 1.000 millones de pesos a unos 17.000 colombianos solo en marzo, de los cuales 13.322 son pensionados y 2.559 son miembros del sector educativo, precisó el directivo.
Quizás este es uno de los factores para que la compra de cartera de libranzas por parte de las entidades financieras vigiladas a otros establecimientos que atienden este mercado crezca a un ritmo acelerado.
Las estadísticas oficiales muestran que entre enero y mayo pasado esas compras crecieron 186,6 por ciento y representaron cerca de 388.000 millones de pesos en 15.830 nuevos créditos, un 70 por ciento más que los adquiridos en igual periodo del 2020.
La financiación de vehículos también avanza a buen ritmo este año, según muestran las estadísticas del sector. El número de préstamos aprobados y desembolsados por la banca creció 62 por ciento entre enero y mayo del presente año con respecto a igual periodo del año anterior.
Bajo esta modalidad de financiación, el sector financiero aprobó y desembolsó cerca de 590 créditos por día o más de 24 por hora en los primeros 151 días del 2021.
En esos meses, las entidades crediticias financiaron la compra de vehículos (nuevos y usados) por más de 3,5 billones de pesos, esto es 66,9 por ciento más que lo destinado entre enero y mayo del 2020.
Como se recuerda, el sector automotor también muestra una notable dinámica este año. Según la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), al cierre de julio pasado, al parque automotor colombiano habían ingresado 134.299 vehículos nuevos, 54,6 por ciento más que lo registrado en los siete primeros meses del 2020, aunque se debe tener en cuenta el efecto estadístico generado por la pandemia.
Oliverio García, presidente de Andemos, destaca la fuerte dinámica en la venta de vehículos eléctricos e híbridos, la cual alcanza el 301 por ciento anual, lo que sitúa a Colombia como líder en la venta de estos modelos en Latinoamérica con más de 8.800 autos de esta categoría en lo que va del 2021.
Otro de los segmentos del consumo que presentan una buena dinámica es el de las tarjetas de crédito, pues a través de este instrumento las personas han obtenido financiación para sus gastos por cerca de 5,8 billones de pesos, lo que significa que los tarjetahabientes del país han consumido con sus plásticos, en promedio, más de 1,15 billones de pesos mensuales hasta el cierre de mayo pasado.
Las estadísticas de la Superfinanciera dejan ver que los mayores consumos con tarjetas de crédito se han dado en el segmento de tarjetahabientes con ingresos por debajo de los dos salarios mínimos mensuales vigentes, donde el valor de ese gasto, en el periodo analizado, sumó 4,9 billones de pesos y presenta un crecimiento anual del 14,5 por ciento. Mientras, en las personas cuyos ingresos superan ese tope de dos salarios, el consumo con tarjetas totalizó 890.000 millones y una dinámica de 19,6 por ciento.
Y si bien los préstamos de consumo de bajo monto y los que otorgan las entidades a sus propios empleados también muestran dinámicas importantes, 62 y 33,6 por ciento, respectivamente, estos no son masivos, pues los primeros solo los ofrece un banco y los segundos están enfocados a atender un segmento especial.
La cuota negativa en el comportamiento de la cartera de consumo este año corre por cuenta de los créditos rotativos y los de libre inversión. Si bien los primeros muestran un crecimiento de 130,6 por ciento en el número de aprobaciones, el monto registra una caída de 30,7 por ciento; en los segundos, por su parte, las aprobaciones repuntaron 24,5, en tanto los montos cayeron 10,1 por ciento.
Los banqueros confían en que el crédito continuará recuperándose en lo que resta del 2021. Hernando José Gómez, presidente de la Asobancaria, estima que la cartera presentará una dinámica del 7,1 por ciento, luego de que el año pasado creció en un 4,2 por ciento.
Las proyecciones del gremio apuntan a que el consumo lo haga a un ritmo del 11 por ciento, frente al 2,3 por ciento del 2020; el de vivienda al 8,3 por ciento, pymes al 7,3 por ciento, microcrédito al 5,1 y gran empresa al 4,8 por ciento.
Esa metas de crecimiento no serán difíciles de cumplir, pues en lo que respecta al consumo con tarjetas de crédito este creció 12,1 por ciento a julio frente a igual mes del 2019 y 24,4 por ciento, si se compara con el séptimo mes del 2020.