ucho hablamos del rol que tienen las fintech en la promoción de la inclusión financiera en la región, incluso de la responsabilidad que, desde este rol, estas empresas deben asumir en materia de educación financiera.
Facilitar el acceso de las personas a la bancarización, y reducir las barreras de entrada a servicios financieros de todo tipo, requiere también de educación financiera. La inclusión sólo es tal si las personas son capaces de ponderar sus opciones y tomar decisiones informadas. Aunque central, la inclusión financiera no es el único aporte de las fintech a la promoción del desarrollo económico.
La digitalización de las entidades financieras no es nueva, se gestaba desde hace años con la aparición y desarrollo de propuestas del sector fintech e iniciativas de entidades bancarias tradicionales. La pandemia, y la virtualidad que nos impuso, fueron la oportunidad para explotar.
La explosión del sector se traduce en innovación, en el desarrollo de nuevas propuestas y servicios, de nuevas unidades de negocio, nuevas empresas y cientos de nuevos puestos de trabajo.
Un informe realizado por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) sobre el ecosistema fintech argentino en el año 2018 identificó a 133 empresas. La actualización de ese mismo informe, señalaba que en 2020 el universo Fintech ya estaba compuesto por 268 empresas.
Hubo 135 nuevas empresas en sólo 2 años. Al ritmo que crece el sector, para octubre 2021 ya habrá sumado algunos nuevos actores. Los últimos números de la Cámara Argentina de Fintech -publicados a principio de 2021- indicaban que el sector ya empleaba a unas casi 15.000 personas y proyectaba la creación de más de 5.000 nuevos empleos para fin de año.
La tendencia a “regionalización”, que se acentúa de a poco en las empresas del sector, es otro punto a considerar. En su informe del 2020, el BID señalaba que el 44% de las empresas del ecosistema fintech argentino tenía operaciones en el exterior.
Argentina es cuna de muchas empresas Fintech que, como Alprestamo, se han expandido hacia otros países y crecen enormemente en toda la región.
La naturaleza digital y la regionalización de las empresas del sector, hacen posible que los argentinos y argentinas accedan, desde acá, a cientos de nuevos puestos de trabajo en cualquier lugar del mundo, o incluso a la posibilidad de mantener un puesto de trabajo que se “regionaliza”, sin necesidad de emigrar.
Las fintech también tienen un papel central en la promoción de la innovación y la transformación digital del sistema financiero tradicional, y en un sentido más amplio.
El core del sector está en el desarrollo de respuestas tecnológicas para las necesidades de clientes que -sea por necesidad, comodidad y/o cambio cultural- se volcaron a la gestión digital de sus trámites financieros cotidianos. Clientes que, al adaptarse, se volvieron cada vez más exigentes con la calidad del servicio, la velocidad de respuesta, la facilidad y experiencia de usuario.
Esta orientación a la experiencia del usuario, que fideliza y atrae a los clientes, interpela a las entidades tradicionales a innovar y transformarse para mantenerse competitivas.
Prácticamente todos los bancos y/o entidades tradicionales trabajan en desarrollos fintech como parte de sus procesos de innovación. Nuevas plataformas, tecnologías, aplicaciones y nuevos desarrollos, el objetivo es generar una propuesta de valor que sea suficientemente dinámica y flexible para atender a una demanda cambiante, que requiere soluciones no presenciales, tiene acceso a tecnología y es cada vez más exigente.
Inclusión y educación, nuevas empresas, negocios y puestos de trabajo, exportación de talento y conocimiento, innovación y desarrollo. Los servicios financieros digitales y el sector fintech que los impulsa, son fundamentales para el fortalecimiento y desarrollo económico, no sólo de las personas sino del país y la región entera.
Por Julián Sanclemente. Director General en DKS y CEO en Alprestamo.
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