Diferentes estudios aportan datos muy interesantes: cerca del 50% de las personas que administran las tiendas de barrio son mujeres (mayoritariamente madres cabeza de familia) y su edad promedio es de aproximadamente 42 años. El 57% de las tiendas de barrio atiende a los estratos 1, 2 y 3. El 20% de estos establecimientos, tienen más de 20 años de antigüedad, de 5 a 10 años el 16%, de 2 a 5 años el 26% y el 38% menos de 2 años.
El 2020 ha sido uno de los años más complejos para la operación de las tiendas de barrio. Muchos de estos establecimientos se vieron forzados a disminuir los pedidos habituales a sus distribuidores. Se vio afectada su situación financiera y no contaron con acceso a financiación. Los hábitos de compra de los consumidores cambiaron de manera importante.
El aumento de la tasa de desempleo, el temor al contagio, la disminución en los ingresos de las familias colombianas, entre otros factores, han afectado la dinámica del comercio y, especialmente de las tiendas de barrio. Sin embargo, estudios demuestran que cerca del 53,3% de los colombianos acuden a ellas para abastecerse de productos de primera necesidad.
Para Baudoin Pineda, presidente de Super Pagos, empresa colombiana cuyo objetivo, desde su creación, ha sido de apoyar a los miles de tenderos del país a través de múltiples soluciones y productos digitales, que les permiten obtener ingresos adicionales y ofrecer opciones de pago diferentes al efectivo: “las tiendas han sido y serán un actor importante en la economía del país. Su cercanía a los sectores socioeconómicos 1, 2 y 3, su espíritu de servicio, el haberse constituido como el punto de encuentro de la comunidad, son factores determinantes para ser considerados un canal fundamental. Sin embargo, es innegable que la entrada de un modelo de negocio novedoso como lo es el “hard discount” ha impactado su dinámica. De igual manera, la crisis sanitaria, sumada al paro nacional, han afectado su operación y, por ende, la recurrencia de clientes y generación constante caída de sus ingresos con consecuencias en el desabastecimiento e el incumplimiento de sus obligaciones con distribuidores”.
Las tiendas de barrio en Colombia como canales de distribución, siguen siendo representativas. Se han convertido en fuente de generación de empleo, han fortalecido los conceptos de “cercanía” y “vecindad”, e incluso, se han constituido en lugar de información de los acontecimientos de la comunidad.
Para Baudoin, “como empresarios, tenemos un reto muy importante: lograr que las tiendas de barrio sigan teniendo vigencia en el mercado dentro de un contexto que exige la implementación de nuevas tecnologías y ávido de soluciones digitales que permitan acceder a productos y/o servicios de manera fácil y sencilla. Nosotros desde Super Pagos nos hemos concentrado en brindar soluciones alternativas a los tenderos, con el fin de permitirles generar ingresos adicionales, a partir de la implementación de un portafolio que incluye recargas de todos los operadores celulares, pines de entretenimiento, corresponsalía bancaria, pagos de facturas de empresas privadas y del sector público. Hemos construido alianzas de largo alcance con entidades financieras para llegar a estos comercios con soluciones digitales, como los códigos QR para pagos y esquemas de créditos para capital de trabajo con posibilidad de abono diario a estas obligaciones. En nuestra plataforma contamos con múltiples medios de pago alternativo que incluyen billeteras digitales, PSE, códigos QR y próximamente tarjetas débito.”
Para finalizar Pineda afirma que “debemos concentrarnos en apoyar a estos establecimientos que han logrado salir adelante a pesar de los múltiples cambios en su entorno, de la compleja situación económica, de la crisis sanitaria y de la dinámica de los precios en situaciones coyunturales. Desde Super Pagos seguiremos aportando responsablemente al crecimiento de las tiendas en pro de la economía del país.”