Colombia es el tercer país en América Latina en el desarrollo de esta industria. Estas son las cinco megatendencias que ya están transformando al sector financiero en Colombia, según SAS.
Hacer transferencia a través de una aplicación de celular, pagar un domicilio en línea y que en pocos minutos esté en la puerta de su casa, abrir una cuenta bancaria o solicitar un crédito usando internet sin necesidad de ir al banco, son algunas de las opciones que brinda la tecnología para realizar actividades financieras. Detrás de estos avances está ‘fintech’, concepto que agrupa los desarrollos tecnológicos vinculados al sistema financiero.
El sector ha crecido a un ritmo vertiginoso y cada vez son más los servicios a los que se pueden acceder a través de aplicaciones, plataformas web o gadgets (dispositivos). Tampoco son exclusivos de los nuevos emprendimientos tecnológicos, pues la banca tradicional también tiene importantes avances en este campo.
Las nuevas posibilidades van desde recibir la asesoría de un ‘robot’ que, mediante cálculos y algoritmos, le sugiere el mejor portafolio de inversión para su dinero hasta acceder a servicios de depósito electrónico, manillas de pago y tarjetas virtuales.
Colombia incursionó en este proceso hace unos diez años y cuenta unas 170 fintech. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destacó al país como el tercero de la región con nuevos emprendimientos fintech, después de Brasil y México, con un crecimiento del 61% en 2017.
El ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, ha señalado que el papel del Gobierno es fundamental en la consolidación del ecosistema financiero basado en la tecnología que sea viable desde el punto de vista tecnológico, financiero, institucional y regulatorio.
Bogotá es pionera en el negocio fintech, con un 65% del mercado, seguida por Medellín 22% y Cali con 3%, mientras que el 10% restante está en otras ciudades. En el mercado se encuentran principalmente tres tipos de negocios fintech: entidades vigiladas, desarrollando nuevas tecnologías o productos; startups ofreciendo servicios financieros y esfuerzos colaborativos entre entidades tradicionales y las startups.
Desde finales del año pasado en Colombia comenzaron a operar la Sociedades Especializadas en Depósitos y Pagos Electrónicos (Sedpes), que son entidades financieras que funcionan casi completamente por medio de plataformas virtuales, cuya constitución debe ser autorizada por la Superintendencia Financiera. Son más de seis firmas con autorización para ser constituidas como Sedpes, y más de ocho han solicitado autorización de constitución y operación.
El ministro de Hacienda señala que el reto es lograr que el mayor número de colombianos convierta la tecnología en un elemento cotidiano. Se espera que las Sedpes lleguen a sitios a los que las entidades tradicionales no pueden, para ofrecer nuevos servicios por aplicaciones móviles.
El country manager para Colombia de SAS, compañía de soluciones de negocio basadas en analítica, Gustavo Gutman, dice que las startups del sector financiero “tienen mucha más flexibilidad para innovar que los bancos tradicionales”. La aprobación de créditos o asignación de cupos con análisis de comportamiento de los usuarios en las redes sociales, son productos originales de las fintech, que ya están adoptando los bancos tradicionales, a través de ellas o de sus propios desarrollos.
Con este sistema es posible acceder a créditos de bajo monto y en un corto tiempo, hay firmas que ofrecen aprobación de préstamos por menos de $1 millón o por sumas mayores.
Antes de tramitar un crédito en línea es recomendable confirmar que la empresa exista, sea legal y no esté captando dineros del público. Verificar el NIT en el Registro único Empresarial y consultar la calificación y comentarios de los usuarios en las redes sociales.
En el sector financiero y más exactamente en el de los bancos y entidades crediticias, hablar de transformación digital ya no es un asunto de preparación y futuro, sino de realidad y del ahora.
Según IDC, en 2018 y a nivel mundial, los bancos invertirán más de 2,2 billones de dólares en Big Data y Analytics (dos de las soluciones que se requieren para una transformación exitosa), la mitad de los grandes bancos lanzarán al menos cinco aplicaciones para mejorar la experiencia de sus clientes, una cuarta parte hará uso de soluciones de microlocalizaciones para ofrecer nuevos productos y ofertas a sus clientes y casi esta misma cantidad recurrirá a tendencias como las de cloud, inteligencia artificial y blockchain para innovar y lanzar propuestas diferenciadas al mercado.
SAS reveló las cinco megatendencias que ya están transformando el sector financiero en Colombia. “Ya no se trata de la teoría, de lo que puede pasar o de cómo las soluciones pueden impactar. Estas cinco megatendencias, que ya están siendo probadas con éxito, demuestran que la transformación ya es una realidad en países como Colombia”, destacó Gustavo Gutman.
Son tendencias que están relacionadas con tener mejor información para tomar decisiones, fuentes alternas para la generación de ingresos, nuevas maneras de crear productos e incluso novedosas formas de financiar proyectos y asegurar crecimientos en el corto plazo. Estas son las cinco megatendencias que ya están transformando al sector financiero en Colombia, según SAS:
El aprovechamiento de los datos para tomar mejores decisiones de negocio siempre ha sido una preocupación en las organizaciones, financieras o no. Es por esto que las antiguas soluciones de inteligencia de negocios y más recientemente las de analítica han sido pilar fundamental a la hora de las definiciones por parte de los tomadores de decisión. Pero hoy en día, eso ya no es suficiente: la analítica avanzada es la que tiene mayor valor.
Un ejemplo es lo que sucedió en 2017 con la proyección de crecimiento calculada para Colombia en ese año. Gutman recuerda que la tasa proyectada se tuvo que modificar cuatro veces y todo porque no se tuvieron en cuenta todos los factores y las variables que se deberían haber tenido en cuenta para acertar en la proyección. “En la actualidad, la analítica avanzada permite hacer esos cálculos más precisos a través de ecuaciones estructurales, que lo que hacen es recoger toda la información de contexto y medir todas las variables para construir hipótesis de negocios. Se maneja, por ejemplo, información macroeconómica pero también variables como cuánto tiempo pasan, en promedio, los colombianos navegando en redes sociales durante su trabajo, cuántos paros hay en un año o cuánto es el impacto del mundial de fútbol en el trabajo, esto se relaciona con temas de productividad y nos permite generar más información y establecer correlaciones para tener mayor calidad en proyecciones como las del crecimiento de un país”, explicó Gutman.
La huella de carbono (o la cantidad de emisión de gases de efecto invernadero que una compañía está produciendo) ha empezado a convertirse en un gran atractivo para las organizaciones, especialmente cuando se piensa en innovadores modelos de financiación y generación de nuevos ingresos.
Una revisión a las tesis de grado de las 10 principales universidades en el mundo permite ver la evolución que este tema ha tenido en el último tiempo. En 2006, entre los proyectos de investigación de áreas financieras se encontró que uno estaba relacionado con el tema de la huella de carbono (son preguntas doctorales que tienen que ver con cómo financiarlo o cómo rentabilizarlo) frente a dos que lo hacían en las áreas de ingeniería (con énfasis en la investigación de nuevas tecnologías). Esta relación, para 2017, fue de 101 tesis en la parte de finanzas frente a 68 en el área de ingeniería. “Estamos viendo que ya no solo la medición o producción de la huella del carbono es importante, sino que cada vez se hace más relevante su comercialización. Una importante compañía de alimentos en Medellín ya lo vio así: invirtió en la implementación de un sistema de aprovechamiento de su huella de carbono y el primer año ya tuvo ingresos por este concepto pagando la inversión realizada”, precisó Gutman.
Latinoamérica se proyecta como un importante hub en materia de Fintech y Colombia no se queda atrás. El secreto de las startups del sector financiero está en que tienen mucha más flexibilidad para innovar que los bancos tradicionales. Un producto, original de las fintech, pero que ya están adoptando los bancos tradicionales (a través de ellas o de sus propios desarrollos) es el de la aprobación de créditos o asignación de cupos con análisis de comportamiento de los usuarios en las redes sociales.
“La gente se pregunta cómo es que funciona esto y en realidad es muy fácil. Se han establecido correlaciones entre el comportamiento de las personas en redes y sus hábitos de pago. Por ejemplo, una persona que comparte cierto número de veces la música que escucha es propensa a demorarse más en sus pagos; quien no pone su foto de perfil tiene 9 veces más probabilidades de no pagar; tener dos o más perfiles en una misma red aumenta las posibilidades de no pago 21 veces; y no compartir su ubicación o no decir que ha estado en un lugar, sube las probabilidades de no pagar 43 veces. Son patrones de comportamiento que permiten asignar nuevos score de pago y con base en ellos asignar créditos o productos financieros. Eso ya lo están haciendo varios bancos y entidades en el país”, estableció Gutman.
Decir que Blockchain cambiará la forma en que se hacen las transacciones comerciales en el mundo ya está más que repetido. La forma de saber que Blockchain verdaderamente transforma la operación de las entidades financieras está en las patentes que de este tema se registran o solicitan en el mundo. En 2003 se solicitaron tres de estas patentes, mientras que en 2017 se solicitaron 11.
“Lo que deja ver este tema de patentes es que se está haciendo a través de consorcios. En América Latina ya hay dos consorcios establecidos: uno en Argentina y el otro en Brasil. Hay un tercero que está en proceso de establecerse en México. Son estos países los que están dominando este tema en la actualidad, pero es cuestión de tiempo para que llegue a Colombia”, explicó sobre este tema Gutman.
Hasta ahora, en el mundo financiero los análisis de inversión o de capacidad de pago para crédito o acceso a sistemas de financiación se hacían con base en los activos o bienes inmobiliarios que pudiera tener una empresa u organización. Con toda la revolución de las fintech, esto ha cambiado. Ahora se están viendo modelos en los que las startups no recurren a los modelos tradicionales de financiación para arrendar o comprar una oficina sino que buscan espacios que puedan estar desocupados (por ejemplo hangares o zonas francas) y les proponen a sus propietarios tener alguna participación en su negocio a cambio de dejarlos operar desde allí.
“Esto mismo se está viendo con el tema de las monedas virtuales o criptomonedas. El modelo ya no es el tradicional y cada vez se recurre más a estos sistemas”, concluyó Gutman.
Uno de los principales retos para el país es avanzar en los marcos normativos que regulen la operación de nuevas empresas digitales en sectores tradicionales, con criterio de promover la innovación sostenible y buscar la protección al consumidor, la inclusión y estabilidad financiera.
La Superfinanciera señala que los desafíos regulatorios frente a la tendencia fintech incluyen redefinir el perímetro regulatorio y de supervisión y establecer reglas claras y adecuadas de operación. Por ello, desde 2017, conformó el Grupo de Trabajo fintech.