En la última entrada del Blog BanRep se hace un recuento de los resultados que se han encontrado en diferentes estudios sobre cómo el salario mínimo incide en el mercado laboral. Así, se muestra que, a pesar de que la regulación laboral ofrece protección a los trabajadores, esta también genera costos para los empleadores, lo que puede inducir a la informalidad laboral y al desempleo. De esta manera, reseñan como un estudio publicado en la revista Ensayos sobre Política Económica del Banco de la República explora la relación entre la regulación laboral en Colombia (en particular el salario mínimo), y la alta informalidad laboral que afecta a cerca de la mitad de la fuerza laboral del país.
Uno de los hallazgos principales del estudio es que un salario mínimo elevado puede dificultar la contratación de trabajadores con baja productividad, especialmente en aquellos sectores con menor capacidad de pago. Asimismo, se reseña como los investigadores encontraron una relación significativa entre el salario mínimo y la informalidad, utilizando un indicador llamado razón de salario mínimo (RSM), que mide la relación entre el salario mínimo y el ingreso de los trabajadores en general. De esta forma, se encontró que, cuando esta razón es alta, el salario mínimo es más distorsionante para el mercado laboral; es decir, el salario mínimo tiene una mayor incidencia en términos de desempleo e informalidad laboral.
Con lo anterior en mente, y a partir de los resultados estadísticos, se pudo establecer que un aumento de un punto porcentual en la razón del salario mínimo conlleva a un incremento de hasta 0.7 puntos porcentuales en la probabilidad de que una persona trabaje informalmente. Por último, el estudio también señala que este efecto varía dependiendo de factores como la edad, el género y el nivel educativo del trabajador. En particular, el impacto de un salario mínimo alto en la informalidad es más pronunciado en jóvenes y, en general, en personas con bajo nivel educativo. De manera similar, se encontraron grandes disparidades entre ciudades como Bogotá y otras como Cúcuta, donde la informalidad es mucho más prevalente y los aumentos de la relación de salario mínimo tienen una mayor incidencia.