Por: Erick Rincón Cárdenas, Presidente de Colombia Fintech
Para comenzar, es importante reconocer que los datos personales hacen referencia a aquella información que puede asociarse a una o varias personas naturales determinadas o determinables; lo que conlleva a entender que responden a características intrínsecas de los individuos. De acuerdo a esto, se les ha dado una importante protección, no solo a nivel constitucional, también a través de instrumentos normativos como la ley 1581 de 2012.
Adicionalmente, es de destacar que los datos personales permiten individualizar a las personas y brindar información sobre preferencias o cualidades que generan ciertas necesidades (por ejemplo, enfermedades o vida crediticia). Así las cosas, se han convertido en un insumo esencial para la prestación personalizada de bienes y servicios.
De acuerdo con lo anterior, ha surgido el concepto de Open Banking; el cual consiste en la práctica de compartir información financiera, tras la previa, expresa e informada autorización de su titular. Dicha figura, no se encuentra regulada actualmente en Colombia pero se entiende que debe propender por la seguridad y por la eficiencia en la prestación de servicios financieros. Ahora, haciendo un análisis de la importancia de su implementación estratégica, encontramos que:
Primero, surge la oportunidad de comercializar el uso, almacenamiento y circulación de los datos personales objeto de tratamiento -respetando las normas relacionadas a la protección de datos- lo que da como resultado, una nueva forma de obtener ingresos por parte de las entidades financieras que en principio tienen las bases de datos.
Segundo, aquellas entidades financieras pequeñas y Fintech tendrán la posibilidad de aumentar su gama de clientes, en la medida que podrán acceder a los datos personales objeto de tratamiento; que anteriormente sólo conocían las entidades fuertes. Esto conlleva a que exista una mayor competencia, en la medida que los consumidores financieros podrán recibir ofertas variadas de muchos actores y contarán con el factor de transparencia para compararlos (precio y calidad).
Tercero, y respecto al punto anterior, la implementación del Open Banking genera la necesidad de innovar en la forma en que se prestan servicios y se ofrecen productos. Por lo cual, habrá un aumento en la eficiencia del sector y una mejoría en la relación con el consumidor.
Cabe mencionar que la idea de aplicar Open Banking en Colombia, debe ser implementada a través de un modelo obligatorio y no voluntario. Lo anterior, ya que, como se ha expuesto previamente, los datos personales tienen un importante valor; por ende, es posible que los actores financieros tradicionales prefieran no compartirlos o comercializarlos. Además, tomando como referencia a países que ya lo han adoptado de esta forma, se puede ver que el mencionado modelo obligatorio establece procesos claros para el tratamiento de datos, garantizando en mayor medida su seguridad.
En conclusión, el Open Banking es una modalidad cuya implementación representa múltiples ventajas estratégicas para los diferentes actores financieros, en la medida que genera la posibilidad de compartir datos financieros, velando por la protección de los mismos. Por otro lado, Open Banking eficientiza la prestación de servicios y productos de esta área.