No, no perdimos la cabeza y tampoco nos equivocamos en el asunto de este blog, realmente conocemos los ingredientes para un POTENTE cóctel de autodestrucción, nos referimos entonces a una dosis de dinero con dos cucharadas de emociones, ¿El resultado?, ¡Más que interesante!
Quizás estés pensando ¿Velara de qué hablas?, mi dinero lo controlo yo y a lo mucho mi monedero y a eso te respondemos ¿Estás segura? Primero lee un poco lo que tengo para contar y luego saca tus propias conclusiones.
En primer lugar, déjame decirte que, aunque sientas que estás comprando desde la racionalidad, en realidad cada una de nuestras decisiones (especialmente las de compra) están manejadas por nuestras emociones, ¿No me crees?, entonces sigue leyendo ¡Te vas a sorprender!
Es tanto lo que influyen las emociones que se ha creado un área de estudio en este sentido que se llama Neurociencia, en ella mediante aparatos especializados, en realidad son una especie de cascos como los utilizados por los soldados en la guerra llamados Quasar (aunque actualmente esta tecnología ha evolucionado), registra electroencefalográficos lo cual mide mediante sensores los estímulos de la persona determinando qué áreas se activan de la corteza cerebral.
Como los números no mienten, te sorprenderá saber que “el 85% de las decisiones de todas las compras que una persona realiza en su vida las hace de manera inconsciente o subconsciente y solo el 15% restante es consciente”
Los gurús de las neuroventas explican que el cerebro se divide en tres partes y una de ellas le dan el nombre de “Reptiliana” se trata entonces de las compras instintivas, es una decisión que realiza el cerebro con la finalidad de “sobrevivir”.
Vamos a un ejemplo, un instinto primitivo que permanece en nosotros es ser parte de la manada ya que en la época de las cavernas quien no está en una manada ¡moría!, y aunque esa época quedó atrás aún estos instintos se mantienen en nosotros, entonces buscamos aceptación y allí es donde entra el mundo de la moda y cómo podemos “pertenecer” o “sentirnos” parte de una marca. ¿Te hace sentido?
Entonces, la buena noticia es que el dinero es neutral, somos nosotras quienes imponemos a una idea un sentimiento o una impronta y esto te puede llevar a la quiebra o te puede hacer vibrar desde la abundancia, porque conociendo y entendiendo la impronta que pones en cada área eres capaz de crear buenas decisiones.
Y para finalizar, un antídoto a este cóctel son los presupuestos, la planificación de nuestras finanzas, que liberan del medio las emociones y nos dan más conciencia, PERO … Aun cuando eso falla recuerda que siempre puedes contar con la ayuda de las expertas de Velara para acompañarte en el camino mediante las asesorías. ¿Estás lista? Entonces te invitamos a la experiencia de empoderamiento financiero para mujeres.
Espero tus comentarios, me encantaría saber tus opiniones sobre este cóctel.