En este número de Borradores de Economía, los investigadores del Banco de la República Julián Parra-Polanía y Constanza Martinez-Ventura analizan cuál es el diseño óptimo, desde el punto de vista del bienestar económico de la sociedad, de múltiples monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC’s por sus siglas en inglés). En esta investigación se centran en sopesar factores relevantes como la disyuntiva entre seguridad y anonimato, la posibilidad de remunerar la tenencia de estas monedas a través de una tasa de interés y las externalidades negativas posiblemente generadas. Para ello los autores desarrollan un modelo teórico donde se considera como las preferencias de la sociedad por diferentes niveles de anonimato cambian sus decisiones y, de esa manera, cuál es el diseño óptimo de estas monedas para maximizar el bienestar social de la economía en su conjunto.
Para este propósito los autores consideran diferentes escenarios. En particular, se tienen en cuenta los resultados a los que se llega, en términos de bienestar, en economías con múltiples CBDC’s tanto con efectivo, como sin efectivo. Los autores demuestran que un banco central prefiere una economía sin efectivo cuando los costos asociados al anonimato (reducción de la transparencia, evasión de impuestos, actividades ilícitas, etc.) son muy altos, mientras que una economía con efectivo se prefiere cuando estos son nulos o insignificantes. Ahora bien, la principal contribución de la investigación reside en que los autores muestran que un banco central prefiere una economía con n+1 monedas digitales sin efectivo a una economía con n monedas digitales pero con efectivo, esto independientemente de la relevancia de las externalidades negativas asociadas al anonimato.
A partir de estos resultados se contribuye al debate sobre cómo los bancos centrales deberían diseñar sus CBDC’s para maximizar el bienestar social a través del cumplimiento de diferentes objetivos de política. Dentro de estos objetivos se encuentra la mejora en la eficiencia en los sistemas de pagos y la contención de los efectos negativos de los medios de pago anónimos. Asimismo, con estos descubrimientos se ponen de presente los potenciales beneficios de tener más de una moneda digital emitida por los bancos centrales planteando esta posibilidad como una alternativa interesante para acomodarse a las preferencias de los diferentes agentes de la economía.