Informe especial de Estabilidad Financiera: Riesgo de crédito

En este último Informe Especial de Estabilidad Financiera sobre Riesgo de Crédito, el Banco de la República realiza un mapeo general del riesgo de crédito en la cartera de los establecimientos de crédito del país. Para empezar, este se centra en el crédito comercial, el cual representa más de la mitad de la cartera de los establecimientos de crédito. En esta cartera se observan dos hechos consistentes con los nuevos lineamientos de política monetaria: por un lado, una reducción sustancial de tasas, situándose en 12.6% en promedio; y, por el otro, una mayor participación de los créditos de largo plazo. Además, esta cartera ha presentado tasas de crecimiento negativas cercanas al cero, mostrando una recuperación importante también consistente con las expectativas de inflación y tasas de interés. No obstante, los indicadores de calidad por riesgo (ICR) y calidad por mora (ICM) han aumentado y se sitúan en niveles superiores a los vistos hace un año y al promedio de los últimos 5 años, lo cual puede explicarse por la situación económica nacional actual y las tensiones geopolíticas generadas por los anuncios arancelarios a lo largo del planeta.

Por su lado, el crédito de consumo sigue presentando crecimiento negativo (-7.8%), pero con contracciones cada vez menores continuando con la tendencia de recuperación lo que sitúa a este cartera como la segunda más grande representando aproximadamente el 30%. Esto puede explicarse sobre todo por el comportamiento de los créditos de libranza, libre inversión y tarjetas de crédito que componen el 80% de esta cartera. Respecto del segmento de préstamo se presentan dos hechos estilizados importantes. Por un lado, la reducción de la tasa de interés, que se ha reducido 11.4 puntos básicos desde febrero de 2023 a febrero de 2025. Por el otro, se ha observado una mejor en los indicadores de riesgo con una reducción tanto del ICR como del ICM y una distribución de plazos estable. 

Finalmente, el estudio se centra en las carteras de vivienda y microcréditos. Respecto de la primera se ha visto un crecimiento positivo desde la segunda mitad de 2024 el cual puede explicarse por el segmento VIS que sigue representando menos de la mitad de la cartera. Además, en este segmento de préstamo se ha visto una reducción en la diferencia entre tasas VIS y no VIS, con la primera situándose por debajo de la segunda, y una mejora en la cartera vencida que ha sido explicada sobre todo por los créditos no VIS. Ahora bien, en cuanto a la cartera de microcrédito, está ha presentado crecimiento anual positivo desde 2021 ampliando su número de deudores y su cobertura geográfica. Sin embargo, últimamente el número de deudores en esta cartera ha disminuido y el saldo promedio por deudor ha aumentado, lo que se agrava con una reducción de los plazos promedio pasando de 4.2 años a 2.7 años. Esto indica una posible limitación a la inclusión financiera generada por estos créditos que puede estar explicada por los cambios metodológicos en el cálculo de interés bancario corriente introducidos en 2023.