Miles de estudiantes en Colombia están hoy frente a una pregunta difícil: ¿cómo seguir estudiando si el ICETEX ya no responde como antes?
Durante años, el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (ICETEX) fue la opción principal para quienes soñaban con acceder a la universidad sin los recursos necesarios. Pero su modelo, basado en aportes estatales y dependencias políticas, está en crisis. Y mientras muchos jóvenes ven en riesgo su futuro profesional, una alternativa comienza a destacar: el crédito educativo digital, más ágil, más incluyente y enfocado en la educación financiera.
Desde su nacimiento en los años 50, el ICETEX tuvo un propósito claro: facilitar el acceso a la educación superior a jóvenes con talento pero sin recursos. Sin embargo, su estructura dependiente del Presupuesto General de la Nación lo hizo vulnerable. Sin una fuente de financiación autónoma, la entidad osciló entre periodos de solvencia y crisis constantes, limitando su capacidad de proyectarse a largo plazo.
La llegada del ICETEX trajo consigo una expansión de la matrícula universitaria, sobre todo en instituciones privadas. Con el tiempo, muchas universidades comenzaron a depender de estos flujos constantes de dinero, dejando de lado la exploración de modelos de financiamiento alternativos como: fondos propios más sólidos, alianzas con el sector privado y becas diversificadas por estrato socioeconómico.
Esta concentración de esfuerzos en un solo modelo dejó desprotegidos a muchos estudiantes que, por diversas razones, no podían acceder a los créditos tradicionales.
La realidad ha sido clara durante años: los estudiantes de estratos 1, 2 y 3 han dependido significativamente del ICETEX para poder estudiar. En muchos casos, estos créditos representaban la única alternativa para financiar carreras universitarias, sobre todo en universidades privadas, donde el costo de matrícula puede ser mucho más alto.
Esta dependencia histórica del ICETEX por parte de estudiantes de estratos medios y bajos ha sostenido un porcentaje considerable de la matrícula durante décadas. Pero hoy, ante la crisis que enfrenta la entidad, el panorama es preocupante: miles de jóvenes talentosos, con deseos de continuar su formación, se enfrentan a un sistema que ya no les ofrece respuestas.
Y es precisamente en este vacío donde nuevas soluciones emergen en el sector financiero.
En este nuevo panorama, el crédito educativo digital se posiciona como una respuesta concreta y responsable para asegurar el acceso a la educación superior. Plataformas como One2Credit, apalancadas en tecnología y centradas en la educación financiera, están transformando el modelo de financiamiento estudiantil en Colombia.
El crédito educativo digital representa un cambio de paradigma en la forma en que los estudiantes pueden financiar sus estudios. A diferencia de los procesos tradicionales, a menudo engorrosos y excluyentes, las plataformas digitales permiten una evaluación ágil y una aprobación eficiente, abriendo puertas a una población que históricamente ha enfrentado barreras significativas en el acceso al crédito.
El valor agregado diferencial de la propuesta de One2Credit radica en su compromiso con la educación financiera. Sabemos que quienes más necesitan financiación son también quienes suelen tener menos acceso al sistema crediticio formal. Por eso, más allá de facilitar un préstamo, trabajamos por derribar las barreras de la inclusión financiera a través de herramientas que empoderan a estudiantes y familias para tomar decisiones informadas.
Desde el primer contacto, el crédito educativo digital de One2Credit no se limita a la transacción económica. Acompaña, educa y forma, fomentando una cultura de planificación, ahorro y sostenibilidad que se convierte en un recurso valioso para toda la vida.
1. Mayor inclusión financiera: Este tipo de crédito llega a personas tradicionalmente excluidas del sistema financiero, especialmente quienes eran atendidos por el ICETEX y hoy no encuentran alternativas viables.
2. Procesos ágiles y transparentes: Al ser completamente digital, la evaluación y aprobación del crédito es mucho más rápida. Además, se puede hacer desde cualquier lugar del país, sin papeleos extensos ni trámites engorrosos.
3. Enfoque en educación financiera: Más que prestar dinero, One2Credit busca empoderar a los estudiantes y sus familias. A través de herramientas y contenidos educativos, promueve una gestión responsable del dinero, una cultura de planificación y sostenibilidad a largo plazo.
4. Sostenibilidad como principio: El crédito digital fomenta una cultura de pago consciente, en la que los usuarios comprenden mejor sus compromisos financieros y evitan el sobreendeudamiento.
5. Trabajo conjunto con universidades: One2Credit crea alianzas con instituciones educativas para facilitar el acceso a estudiantes que, sin este apoyo, podrían quedar fuera del sistema universitario.
Mientras el modelo tradicional atraviesa una crisis, el crédito educativo digital no solo ofrece una alternativa moderna y eficiente, sino también una forma de repensar la relación entre educación, inclusión y tecnología. En One2Credit, creemos que el acceso al conocimiento no debería depender de las crisis de una institución, sino de la capacidad de innovar, adaptarse y construir nuevas rutas para el talento colombiano.
La educación superior en Colombia necesita soluciones urgentes y sostenibles. El crédito educativo digital no solo responde a esta necesidad, sino que lo hace con enfoque social, agilidad tecnológica y compromiso con la educación financiera. En tiempos de incertidumbre, es momento de abrir la puerta a nuevas oportunidades.