El informe "The Global State of Open Banking and Open Finance", elaborado por el Cambridge Centre for Alternative Finance, analiza cómo el Open Banking y Open Finance están transformando los sistemas financieros en 95 jurisdicciones. Estas iniciativas empoderan a los consumidores al otorgarles control sobre sus datos financieros y fomentan la competencia en el sector. A través de estándares técnicos, regulaciones obligatorias y acuerdos de mercado, los países han implementado modelos adaptados a sus contextos, con el objetivo de impulsar la innovación, ampliar el acceso al crédito y mejorar la eficiencia del sector. En América Latina, donde una gran parte de la población sigue no bancarizada, estas estrategias han facilitado el acceso a cuentas de ahorro de bajo costo, microcréditos y seguros accesibles. No obstante, su éxito depende de una infraestructura digital robusta, la confianza de los consumidores en el manejo seguro de sus datos y la colaboración entre gobiernos, instituciones financieras y Fintechs.
En Colombia, el modelo de "Estandarización Única" prioriza la flexibilidad mediante estándares técnicos para facilitar el intercambio de datos financieros, pero sin obligar la participación de las instituciones. Este enfoque permite a las entidades financieras adoptar la banca abierta a su propio ritmo, promoviendo la innovación y abriendo oportunidades para nuevos actores como las Fintechs. A diferencia de modelos más restrictivos, la "Estandarización Única" busca establecer un marco técnico común que garantice la compatibilidad básica entre sistemas, facilitando la integración gradual de actores en el ecosistema financiero. Sin embargo, también enfrenta retos significativos como la interoperabilidad limitada, riesgos en la protección de datos y la posible concentración del mercado, donde grandes instituciones podrían dominar.
El informe resalta ejemplos internacionales como el caso de Brasil, cuyo modelo obligatorio y estructurado abarca múltiples sectores. Además, la Ley General de Protección de Datos (LGPD) en Brasil establece estándares mínimos de privacidad y seguridad, lo que genera confianza en el sistema financiero. Colombia puede aprovechar estas experiencias para fortalecer su estrategia. Entre las medidas sugeridas destacan: establecer estándares de seguridad robustos, fomentar la interoperabilidad entre plataformas para facilitar la integración de nuevos actores, y garantizar la competencia para evitar la concentración del mercado. Ampliar el alcance del modelo hacia sectores como seguros e inversiones también podría consolidar un ecosistema más inclusivo y competitivo.
Aunque persisten barreras como la resistencia de las instituciones tradicionales y la falta de infraestructura digital adecuada, las 60 jurisdicciones que ya han implementado regulaciones subrayan el potencial transformador de estas iniciativas. Si Colombia combina la flexibilidad de su modelo actual con medidas sólidas de seguridad, interoperabilidad y colaboración público-privada, podría consolidarse como un líder regional en Open Banking y Open Finance, desarrollando un ecosistema financiero innovador y sostenible. Conoce más sobre cómo estas iniciativas pueden transformar la industria financiera en el informe completo.