Prudence, Profits, and Growth

El mercado fintech global sigue siendo una de las áreas más prometedoras para el crecimiento y la innovación, con un potencial que podría alcanzar los USD $1.5 billones en ingresos para 2030, frente a los $320 mil millones actuales. Este crecimiento estará impulsado por la digitalización y por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa (GenAI), que ya está transformando la productividad en áreas clave como la codificación, la atención al cliente y el marketing digital. No obstante, el camino hacia este crecimiento no estará exento de desafíos, ya que será necesario no solo innovar, sino también ser prudente y tener un enfoque claro en la sostenibilidad financiera.

El informe de BCG señala que el sector fintech puede seguir creciendo de forma exponencial siempre que se enfoque en cinco áreas clave. Primero, es esencial que las fintechs adopten un enfoque proactivo en la gestión de riesgos y cumplimiento, lo que les permitirá manejar el riesgo de manera integral y cumplir con las regulaciones cada vez más exigentes, convirtiendo esto en una ventaja competitiva. En segundo lugar, deben centrarse en mejorar su rentabilidad, aumentando su EBITDA en más de 25 puntos porcentuales, lo que será crucial para asegurar un crecimiento rentable y sostenible a largo plazo. En tercer lugar, las fintechs deben prepararse para salir a la bolsa de valores a través de IPOs (Ofertas Públicas Iniciales) o considerar ventas estratégicas. Para lograr esto, es vital que desarrollen una narrativa convincente que muestre cómo atraerán usuarios de manera sostenible, cumplirán con las normativas y escalarán sus operaciones, garantizando así un buen desempeño en el mercado de valores.

El cuarto aspecto se refiere a la oportunidad que tienen los bancos minoristas de transformarse en plataformas de interacción digital, aprovechando su profundo conocimiento del cliente para generar nuevas fuentes de ingresos y competir directamente con las fintechs que ya están integrando servicios financieros en experiencias no bancarias. Por último, los gobiernos, especialmente en mercados emergentes como el colombiano, deberán promover una infraestructura digital pública integrada que incluya identidad digital, pagos y datos, siguiendo ejemplos exitosos como los de India y Brasil. Este enfoque facilitará el acceso a servicios financieros, impulsará la innovación y beneficiará tanto al sector como a la sociedad en general.